El cambio climático es la mayor amenaza para la supervivencia de miles de especies, que ven modificados sus ambientes por el incremento en la temperatura global, aunado a las modificaciones de los ecosistemas que habitan al presentarse fenómenos naturales más intensos como sequías o huracanes.
La región tropical de América Latina y el Caribe son las más vulnerables y las que han presentado mayor impacto negativo sobre las especies de fauna, con una caída del 94% de vertebrados respecto a 1970.
El cambio de uso de suelo resultante de la deforestación para dar paso a cultivos extensivos, ganadería o crecimiento de la mancha urbana es otro de los factores que han incidido directamente en que de 1970 al 2018 se haya perdido prácticamente el 70% de las especies animales que habitan el planeta.
Con todo ello hay grupos que han sido mucho más afectados que otros, y este es el caso de los peces de agua dulce, los cuáles se han reducido en más del 80% desde 1979.
La contaminación por plásticos es una grave amenaza a la supervivencia de animales marinos, se estima que al año mueren más 1 millón de especies por ingesta o daños ligados al plástico. Otro de los factores en crecimiento y afectación directa es la presencia de especies exóticas invasoras en diversos ecosistemas, lo que facilita el desplazamiento, reducción y extinción de especies nativas en sus ecosistemas naturales.
Recordemos que cada especie es sumamente importante para el equilibrio ambiental, perder alguna de ellas es muy grave, perder a varias compromete la estabilidad de los ecosistemas y por ende pone en riesgo la interacción de comunidades y poblaciones animales, exponiéndonos a riesgos como la aparición más frecuente de enfermedades causantes de pandemias, ya que es bien sabido que la salud humana está estrechamente ligada a la salud de la naturaleza.
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