Se estima que alrededor de 5.5 millones de personas viajan a diario en el Metro de la Ciudad de México, todos ellos también sirven de transporte para decenas de Virus, Hongos y Bacterias que se intercambian por el simple hecho de hablar, toser, respirar y el contacto físico de persona en persona o por el contacto con torniquetes, pasamanos, , barandales, puertas y flujo de productos y dinero.
Contrario a lo que se piense el estar en constante contacto con estos organismos puede resultar beneficioso, ya que nuestro sistema inmune se ve fortalecido en la gran mayoría de los casos y genera las defensas necesarias para que en el día a día no suframos las consecuencias de estar expuestos a todo momento pero estos micro organismo.
Dentro de los estudios y análisis realizados a las muestras obtenidas en 5 estaciones del Metro de la Ciudad de México se obtuvo que casi la mitad del componente biológico se desconoce, y dentro de la Biota encontrada se detalla la siguiente;
BACILOS: Son contaminantes de tejidos.
ESTAFILOCOCOS: Puede generar infecciones graves a nivel urinario, en la piel o en el tracto respiratorio.
ESTREPTOCOCOS: Infecciones en boca y garganta.
ESCHERICIA: Infecciones en el intestino.
SALMONELLA: Asociada a las enfermedades diarreicas.
Lo cierto es que el propio cuerpo humano es un microbioma que alberga prácticamente desde el momento en nacer virus y bacterias los cuales la mayoría son inofensivos si se posee un sistema inmunológico fuerte, que de lo contrario puede acarrear algunas consecuencias no deseables a nuestra salud, por ello la recomendación cuando se viaja en el sistema de transporte colectivo Metro u otro es el de no llevarse las manos a boca o rostro, ni ingerir alimentos sin antes lavarse las manos.
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